Como 
                  sucede en muchas ocasiones, la realidad supera la ficción. 
                  Si tomamos como ficción todas las ventajas que presenta BLASER 
                  en su catálogo de presentación de la F-3, 
                  una vez probada en competición la BLASER 
                    F-3 supera, con creces, todas las expectativas. 
                   
                  Es cierto que desde que se dispara con 24grs. en F.O. y con 28grs. 
                  en F.U., la sensación de pegada de las escopetas ha disminuido, 
                  notablemente, respecto a las cargas superiores utilizadas anteriormente, 
                  pero la F-3 ha conseguido disminuir 
                  mucho más esta molesta sensación al contar con el 
                  centro de gravedad muy bajo. Se aprecia aún más, por 
                  tratarse de una modalidad en la que se utilizan cartuchos con cargas 
                  superiores, cuando se dispara con la F-3, 
                  en recorridos de caza o en el compact-sporting. 
                   
                  Podría parecer que, tratándose de una escopeta tan 
                  cómoda en su pegada, fuese una escopeta con poco poder destructivo, 
                  pues no, todo lo contrario. Debido a la perfecta combinación 
                  entre recámara y choke se convierte en una escopeta que fulmina 
                  los platos, produciendo esas humaredas en ellos que tanto gustan 
                  a los tiradores y que tanto aumentan su confianza.  
                   
                  Otra de las agradables sensaciones que produce la F-3, 
                  es la gran velocidad de llegada al plato, debido a su perfecto equilibrio, 
                  conseguido con la regulación del "Balancer", 
                  es una escopeta súper rápida con la que, sin esfuerzo, 
                  se llega al plato con una facilidad difícil de igualar. 
                  Al principio puede parecer que el disparador es algo duro, sobretodo 
                  si se comprueba en seco, pero en fuego real resulta inapreciable 
                  compensando esta sensación la extraordinaria rapidez del disparador y 
                  la inexistencia de tiempos muertos en el mismo. 
                   
                  Uno de las ventajas de las que no habla el fabricante, en sus especificaciones, 
                  es el hecho de que los cañones se calientan mucho menos que 
                  los de cualquier otra escopeta, durante las competiciones realizadas 
                  en estos meses más calurosos hemos podido comprobar como 
                  los cañones no llegaban a quemar nunca, aún entrenando 
                  solo o con dos tiradores más en la escuadra. Este extremo 
                  es importantísimo pues, además de la incomodidad que 
                  produce quemarse las manos, evita las reverberaciones del cañón 
                  que tanto molestan y que dificultan la visión de la salida 
                  del plato.  
                  Esta es la realidad de la BLASER F-3, 
                  una escopeta de competición con toda la extensión 
                  de la palabra, con la que se conseguirán grandes resultados. 
                   
                  Es cierto que solo la utilice un tirador de alto nivel y consiga 
                  éxitos para convencer al público, todos y en todos 
                  los deportes nos movemos por esta imagen que es la que hace que 
                  el deportista confíe en uno u otro elemento deportivo, en 
                  este caso la escopeta. 
                   
                  |